Hoy, en DE REBUS MATRITENIS, vamos a contaros el curioso destino de tres obras públicas realizadas en los primeros años 30 del S.XX por el ingeniero de caminos, canales y puertos Eduardo Torroja Miret, uno de las mayores especialistas en construcciones y estructuras de hormigón armado de la historia de la ingeniería.
En Madrid, su obra más destacada llegada hasta nuestros días, es la cubierta de la tribuna del Hipódromo de la Zarzuela, una estructura innovadora para su época que, milagrosamente, logró sobrevivir a la Guerra Civil.
También hay que destacar el tristemente desaparecido Frontón Recoletos o el anfiteatro del Hospital Clínico San Carlos, la nave Boetticher y varios hangares en Barajas, Cuatro Vientos y Torrejón.
Un breve apunte biográfico
Para entender mejor la obra de Eduardo Torroja, nada mejor que leer el prólogo de su libro «Razón y Ser de los Tipos Estructurales» en el que nos dice:
“Cada material tiene una personalidad específica distinta, y cada forma impone un diferente fenómeno tensional. La solución natural de un problema -arte sin artificio-, óptima frente al conjunto de impuestos previos que le originaron, impresiona con su mensaje, satisfaciendo, al mismo tiempo, las exigencias del técnico y del artista. El nacimiento de un conjunto estructural, resultado de un proceso creador, fusión de técnica con arte, de ingenio con estudio, de imaginación con sensibilidad, escapa del puro dominio de la lógica para entrar en las secretas fronteras de la inspiración. Antes y por encima de todo cálculo está la idea, moldeadora del material en forma resistente, para cumplir su misión. A esa idea va dedicado este libro.”
Eduardo Torroja Miret, hijo del arquitecto y matemático Eduardo Torroja Caballé, nació en Madrid el 27 de agosto de 1899.
En 1917 ingresó en la Escuela de Ingenieros de Caminos, Canales, fundada por Agustín de Betancourt en 1802 a semejanza de la École des Ponts et Chaussès de Paris, donde terminaría la carrera en 1923, comenzando a trabajar en la Compañía de Construcciones Hidráulicas Civiles, dirigida por el que fuera su profesor en la Escuela de Caminos José Eugenio Ribera.
Allí lleva a cabo proyectos como la cimentación de el puente de la Carraca y el acueducto de Tempul, sobre el río Guadalete, ambos en Cádiz, y el puente de San Telmo, en Sevilla.
En 1926 contrajo matrimonio con Dª. Carmen Cabanillas Prospera con quien tuvo sus cuatro hijos, Carmen, Mercedes, José Antonio y Eduardo. En 1927 se independiza, abriendo en Madrid su propia oficina de proyectos de ingeniería realizando en 1932, en colaboración con el arquitecto Manuel Sánchez Arcas, la Central térmica de la Ciudad Universitaria, un proyecto por el que recibieron en 1932 el Premio Nacional de Arquitectura y la cubierta del Mercado de Abastos de Algeciras. Pocos años después, junto con otros arquitectos e ingenieros, funda la empresa ICON, dotada de avanzados laboratorios para la investigación sobre modelos reducidos, que sería el punto de partida del Instituto Técnico de la Construcción y la Edificación creado en 1934, del que Torrija sería primer secretario.
Finalizada la Guerra Civil en 1939, la Escuela Especial de Caminos, Canales y Puertos le ofrece ser profesor de Cálculo de Estructuras, Resistencia de Materiales, Fundamento del Cálculo y Ejecución de obras de hormigón armado y pretensado, entre otras. En 1941 es se hace cargo de la dirección del Laboratorio Central de Ensayo de Materiales de Construcción situado en la propia escuela de Caminos, proyectando un nuevo edificio para este laboratorio. Su trayectoria profesional, finalizaría en el Instituto Técnico de la Construcción y el Cemento, que tras su muerte pasaría a llamarse Instituto Eduardo Torroja de la Construcción y el Cemento.
Recibió varias condecoraciones, entre ellas la Gran Cruz de la Orden de Alfonso X el Sabio o la Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil y fue nombrado Doctor Honoris Causa por las universidades de Toulouse, Buenos Aires, Chile entre otras. Tras su fallecimiento, ocurrido en Madrid el 15 de junio de 1961, el General Franco le concedió pocos meses más tarde, el 1 de octubre de 1961, el título de marqués de Torroja, que en la actualidad ostenta el mayor de sus hijos varones (también ingeniero de caminos, canales y puertos), José Antonio Torroja Cabanillas, padre de la cantante Ana Torroja, integrante junto a los hermanos José María y Nacho Cano del popular grupo de música pop Mecano.
Y ahora, os propongo un recorrido a través de la obra que nuestro protagonista de la entrada de hoy llevó a cabo en la Ciudad Universitaria de Madrid.